Los grupos políticos se muestran contrarios a legislar sobre cámara oculta y piden autorregulación

Durante las jornadas sobre la conveniencia de su uso al servicio de la información, los periodistas de televisión lo defienden para casos de interés público y social.

Madrid, 21 de marzo de 2012. Representantes de diferentes partidos políticos en la Comisión de Control de RTVE se han mostrado partidarios de que el Parlamento no legisle sobre cámara oculta, inclinándose claramente por la autorregulación a través de códigos deontológicos de federaciones y asociaciones de periodistas o de los medios de comunicación. Esta es la conclusión a la que se ha llegado en la última mesa redonda celebrada dentro de las jornadas “Cámara oculta, ¿información o ataque a la intimidad?” organizadas por la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) en colaboración con la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, de la Asociación de la Prensa de Madrid y de la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión.

“Más vale que los periodistas os pongáis las pilas en el tema de la autorregulación u ocurrirá que los políticos, desde el Parlamento, no resolveremos el problema sino que restringiremos derechos fundamentales”, ha asegurado Rafael Bruguera, senador del Grupo Entesa pel Progrés de Catalunya. “Por eso, la sentencia –ha añadido en referencia a la dictada por el Tribunal Constitucional en la que se prohíbe el uso de la cámara oculta en el periodismo de investigación- me parece oportunísima porque, aprovechando sus resquicios, facilita que el sector, los medios, las asociaciones y las federaciones de periodistas tengan una altísima responsabilidad a la hora de colocar las cosas en su sitio”.

Y es que, el principal problema a la hora de resolver esta cuestión es que “el choque es continuo en estos tiempos entre el derecho a la intimidad y el derecho a la información. Por eso es tan necesario la autorregulación”, ha apoyado Nemesio Rodríguez, moderador de la mesa y vicepresidente de la FAPE, quien ha recordado que desde esta Federación se está creando una Fundación que dé fuerza a su Comisión de Quejas y Deontología, desde la que se está contactando con los grupos editoriales para que se sumen a ella y poder ejecutar, de este modo, un código deontológico común a los medios de comunicación españoles.

También ha defendido la autorregulación Juan Luis Gordo, portavoz socialista en la Comisión de Control de RTVE, quien ha recordado al público presente que “el derecho a la información no cuenta con un desarrollo legislativo de ley orgánica y es preferible que sea así porque lo contrario limitaría su ejercicio” aunque, ha añadido, “tampoco es ilimitado porque lleva aparejado un equilibrio que debe mantener con el resto de los derechos fundamentales, como los relacionados con el honor, la intimidad o la propia imagen”.

Gordo se ha mostrado también convencido del importante papel de la cámara oculta en el periodismo de investigación y le ha reconocido a esta herramienta una importante acción preventiva y una gran contribución social, “aunque también cuenta con un perfil negativo porque muchos medios la usan para ganar cuota de pantalla haciendo periodismo ‘amarillo’”.

Más prudente ha sido Beatriz Elorriaga, senadora del PP, para quien “el periodismo es un oficio básico en la democracia y para la participación del ciudadano, pero no creo que, por eso, el periodista tenga que convertirse en espía o en policía. La cámara oculta es una herramienta quizás necesaria, sí, pero de la que se ha abusado”.

Es esta, la del abuso realizado por parte de algunos periodistas y medios en el uso de la cámara oculta, una impresión que también comparten los profesionales que trabajan en la televisión, como ha quedado claro en la primera mesa redonda de la mañana, en la que han participado José Antonio Guardiola, director de “En Portada” de TVE; Teo Lozano, director adjunto del Área de Actualidad de Antena 3 y Gabriel Cruz, reportero y periodista de Telecinco, moderados por Aurelio Martín, vicepresidente de la FAPE.

“Ha habido abuso, sin duda –ha reconocido Gabriel Cruz, quien ha trabajado con cámara oculta en distintas ocasiones-, pero no por eso vamos a prohibir a la policía, por ejemplo, que lleve pistola por si, como ha pasado, a alguno se le escapa un tiro en la Puerta del Sol”. “¿Cómo hacemos entonces un reportaje cuando sabemos que alguien está haciendo algo que es ilegal y nadie quiere hablar de ello?”, ha planteado aludiendo al interés público y social que tienen muchos de estos trabajos, un factor sobre el que también ha incidido Teo Lozano, tras lamentar que la sentencia que ha dado lugar a esta jornadas haya dejado “herida de muerte a la cámara oculta. Hay otras, dictadas por el Supremo, que legitiman su uso y el mismo Tribunal Constitucional reconoce que su resolución se basa en que el caso concreto que se juzgaba no es de especial interés general”.

Desde otro perspectiva, José Antonio Guardiola ha puesto sobre la mesa otro matiz de la cuestión: “con las nuevas tecnologías –ha recordado- prohibir la cámara oculta no lleva a ningún sitio, porque todos tenemos teléfonos móviles con cámara, hay vídeo-vigilancia en las calles y estamos siendo grabados por todas partes. De todas maneras, lo verdaderamente preocupante no es si se podrá o no utilizar esta o aquella herramienta, sino que hay muchos medios que no apuestan o no van a apostar en breve por el periodismo”.

Remitido por la FAPE