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La FAPE se une a la FIP en la condena al asesinato del periodista Israel Vázquez Rangel

11/11/2020

16:16

Escrito por: APM

Se trata del tercer comunicador asesinado en México en los últimos 15 días.

La Federación de Asociaciones de Periodistas (FAPE) se une a la Federación Internacional de Periodistas (FIP), a la que pertenece, y a su afiliado, el Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa (SNRP), en en la condena del brutal asesinato del periodista mexicano Israel Vázquez Rangel. Las tres organizaciones profesionales instan a las autoridades a aplicar los mecanismos previstos para salvaguardar la vida y la integridad de los periodistas, según un comunicado de la FAPE.

Rangel fue asesinado en el estado de Guanajuato, mientras realizaba una cobertura periodística para el portal el Salamantino, donde trabajaba como redactor.

En un comunicado, el SNRP afirmó: “De acuerdo con reportes, el comunicador se había desplazado a realizar su trabajo periodístico a la colonia Villa Salamanca, en donde se encontraban abandonados restos humanos en bolsas de plástico, cuando fue atacado por sujetos con arma de fuego en repetidas ocasiones, los cuales huyeron del lugar”.

“El SNRP condena el asesinato del compañero Israel Vázquez Rangel, al mismo tiempo, exige a las autoridades federales, estatales y municipales correspondientes investigar y esclarecer el crimen inmediatamente, y castigar a los autores materiales e intelectuales. Asimismo, hacemos un llamado a la Fiscalía General de Justicia del Estado de Guanajuato que tomen como principal línea de investigación la labor periodística de Vázquez Rangel”, aseguró la entidad.

La FAPE se una a la FIP y el SNRP en la petición de justicia y remarca la necesidad de mejorar y garantizar el acceso a los mecanismos de protección para todos los comunicadores mexicanos, quienes como colectivo son foco de la campaña #StopImpunidad.

La FIP ha elegido a México como uno de los países protagonistas de esta campaña precisamente por la reiteración de asesinatos a trabajadores de prensa y la dificultad que ha demostrado la Justicia mexicana para condenar a actores materiales e intelectuales.

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