La FAPE se suma a la FIP en su rechazo al crimen contra Nelson Matus, quinto periodista asesinado en México en 2023
La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) se une a la Federación Internacional de Periodistas (FIP), a la que pertenece, en su repudia al asesinato del periodista Nelson Matus Peña en Acapulco (México) y exige a las autoridades locales y federales una investigación inmediata que esclarezca lo sucedido.
Movilización realizada tras el asesinato de Luis Martín Sánchez Iñíguez. Foto: Claudio Cruz / AFP
El periodista fue atacado el pasado sábado 15 de julio con arma de fuego en el estacionamiento de un comercio y no logró sobrevivir a las heridas.
Matus era periodista de sucesos y director del medio especializado en información policíaca Lo Real de Guerrero. Dicho portal destaca por cubrir la violencia de Acapulco y se ha convertido en referente en temas de inseguridad en la zona.
En 2019, ya había sido víctima de un ataque armado del que salió ileso. Dos años antes, se había denunciado la presencia de pancartas (llamadas en México narcomantas) que amenazaban al medio dirigido por el periodista.
Dados estos antecedentes de ataques y amenazas contra Nelson Matus Peña, la FAPE, junto a la FIP y al Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa de México, reclaman una pronta investigación, tanto de las autoridades municipales como federales, de este crimen en la que piden que se aplique el Protocolo Homologado de Investigación de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión.
Las entidades también exigen que se instrumenten medidas urgentes para la protección de todos los trabajadores de prensa del país.
Cinco periodistas mexicanos asesinados en 2023
Con Matus, la lista de trabajadores de prensa asesinados en México en 2023 suma un quinto nombre. Una semana antes, el periodista Luis Martín Sánchez Iñíguez había sido hallado muerto en el estado de Nayarit, dentro de una bolsa de plástico, maniatado y con un mensaje clavado con un cuchillo en el pecho, después de que se hubiera denunciado su desaparición.
Ambos casos dan cuenta de una nueva escalada de violencia contra comunicadores en el país.
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