La Asociación Salmantina de Periodistas hace pública su “absoluta indignación” ante ciertas ofertas laborales

Tras una oferta de empleo indigna del "Diario de Salamanca" que denunció un periodista.

La organización emite un comunicado condenatorio tras conocerse que ‘Diario de Salamanca’ ofrece a periodistas contrato laboral por media jornada cotizada, con compromiso de trabajar 8 horas diarias, incluidos los fines de semana, por 300 euros mensuales.

“Tras la denuncia pública de uno de nuestros socios sobre las denigrantes condiciones laborales ofrecidas durante el proceso de selección del periódico digital ‘Diario de Salamanca’ -en el que se ofrece un contrato de 300 euros mensuales merced al que se trabaja ocho horas diarias y fines de semana pero se cotizan sólo la mitad-“, dice el comunicado, “la Asociación Salmantina de Periodistas (ASPE) quiere hacer pública su absoluta indignación ante el menosprecio a la profesión y a quienes con su trabajo la sustentan y defienden en una época especialmente dura con el sector”.

La ASPE muestra su “repulsa” hacia quienes “tratan de aprovecharse de la enorme vulnerabilidad de los cientos de periodistas salmantinos que buscan un empleo” realizando ofertas de trabajo en las que "prima la ilegalidad”, ya que no se “respetan ni los mínimos establecidos en el Estatuto de los Trabajadores”.
.
Igualmente, la asociación salmantina “ aplaude la valentía de quienes han sido capaces de dar un paso al frente para dar a conocer esta situación y ratificar que no se trata de un hecho aislado, sino de una práctica continuada en el medio de comunicación citado”.

La ASPE, según su comunicado,  “ha escuchado la versión de la propia empresa”, que difiere mucho de la  ofrecida “tanto por algunos de los trabajadores que acudieron al proceso de selección como por antiguos empleados del medio cuyas palabras dibujan un escenario horrendo y una multitud de conductas fraudulentas”. Los documentos aportados por algunos de esos trabajadores “desbarata cualquier justificación” de un comportamiento empresarial “ante el que sólo cabe el sonrojo y un merecido escarnio público”. “No todo vale y ya es hora de abandonar la prudencia para contar una verdad lamentable, triste e indigna”, sostiene la ASPE.

“Históricamente, el periodista en proceso de formación o el recién salido de la Facultad aceptaba convertirse en aprendiz a cambio de poder palpar la realidad del día a día de la profesión pero siempre dentro de unos parámetros razonables en los que su labor como meritorio estaba perfectamente acotada. De un tiempo a esta parte, sin embargo, resulta cada vez más frecuente conocer casos de futuros compañeros a los que en su periodo de prácticas se les encomiendan tareas propias de profesionales sin contar con el mínimo respaldo legal y por las que apenas son retribuidos”.

La Asociación Salmantina de Periodistas defiende la necesidad de “hacer visible este problema” y anima a que se cuenten experiencias similares como “el verdadero medio para lograr avanzar en la conquista de un periodismo digno”.

Por tal motivo, "pedimos a quienes estén en alguna de las situaciones descritas que se nieguen a continuar en esas condiciones y se rebelen contra la situación pues con su actitud condescendiente hacen un tremendo daño al sector, lastran el futuro de la profesión y contribuyen a seguir fomentando un alarmante proceso de progresiva precarización ante el que algunos han decidido mirar hacia otro lado”.

El comunicado recuerda, además, “la durísima situación que continúan viviendo los trabajadores de ‘El Adelanto de Salamanca’, a quienes todavía se les adeudan varias mensualidades”, sin que ello haya sido motivo para que  “la cabecera de prensa escrita más longeva de la provincia charra jamás haya faltado a su cita diaria con los lectores”.

Finalizando el repaso a la situación laboral de los periodistas en la provincia, la ASPE hace referencia “al nuevo revés que ha sufrido la profesión en Salamanca con el reciente despido de dos compañeros de la Cadena SER y el cese de la actividad local de Punto Radio”, que ha afectado a tres personas “con cuya situación nos solidarizamos y a cuyo servicio nos ponemos”.

“Sólo el tiempo permitirá valorar las consecuencias de esta incesante y exagerada sangría que padecemos los periodistas”, termina el comunicado.