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España, 'punto negro en materia de libertad de información' en un contexto de creciente 'autoritarismo' en el mundo

29/03/2017

14:26

Escrito por: Xose Martín

Carlos Sánchez Almeida, director legal de la Plataforma por la Defensa de la Libertad de Información, habla sobre la aplicación de las ‘leyes mordaza’ en España.

Carlos Sánchez Almeida, de la PDLI, durante su intervención. Foto: Pablo Vázquez / APM

España es un punto negro en materia de libertad de información” por la aplicación de las llamadas “leyes mordaza”, alertó Carlos Sánchez Almeida, director legal de la Plataforma por la Defensa de la Libertad de Información (PDLI), durante su intervención en el seminario “El gran silencio: libertad y censura en España, Italia y el resto del mundo”, que se celebró el 23 de marzo en la Universidad Complutense de Madrid y fue promovido por la PDLI y la organización italiana Ossigeno.

Sánchez Almeida explicó que nos encontramos en un contexto “de retroceso global de libertades”, iniciado tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. En el caso de nuestro país, primero fue la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información, aprobada en 2002 bajo el Gobierno de José María Aznar: “la primera ley que estableció un modelo de censura administrativa en internet”, señaló Sánchez Almeida. Después llegó el proyecto de reforma de dicha ley y de la Ley de Propiedad Intelectual, con José Luis Rodríguez Zapatero, con la conocida Ley Sinde, que “introduce la propiedad intelectual como una materia de censura que puede justificar la censura administrativa”.

Ya con el Gobierno de Mariano Rajoy, se impulsó la Ley de Seguridad Ciudadana y la modificación del Código Penal, que incluyó “nuevos delitos informáticos, endureció las penas de los ya existentes y creó delitos de opinión”. En este caso, Sánchez Almeida destacó cinco puntos fundamentales: La reforma en materia de revelación de secretos, que “puede convertir a los periodistas en terroristas solo por filtrar o publicar informaciones”; la reforma en materia de delitos contra la propiedad intelectual; la reforma de los delitos de odio; los delitos contra el orden público, donde “en el artículo 559 se ha criminalizado jalear manifestaciones”, y los nuevos delitos de terrorismo, donde “se ha reforzado la persecución penal de determinados delitos, como los relacionados con delitos informáticos”.

El director legal de la PDLI también se refirió a la modificación de la Ley Orgánica del Poder Judicial, que permite “amordazar las sentencias”, y a la Ley de Enjuiciamiento Criminal.

Desde la izquierda, Martin Hoffmann, Carlos Sánchez Almeida, Sabela Serrano (moderadora), Pietro Cecioni y Scott Griffen. Foto: Pablo Vázquez / APM

La situación de España no es exclusiva. Scott Griffen, del Instituto Internacional de la Prensa de Viena (IPI Viena), aseguró que existe un “creciente autoritarismo a nivel mundial”. El ejemplo más importante que tenemos en Europa es Turquía, aunque también existen dificultades en Polonia o Hungría, apuntó Griffen. En el caso del país turco, la situación “es muy grave”, puesto que “vemos que cada persona que critica al Gobierno” es calificado de “terrorista”, dijo el miembro del IPI. Además, advirtió de que para los periodistas la situación “se va a volver más seria tras el referéndum previsto en abril, que puede dar aún más poder al presidente Erdogan”. En la actualidad, el IPI cifra en 150 los periodistas encarcelados “por hacer su trabajo” y 180 medios cerrados en el último año.

Scott Griffen también se refirió a la crisis de confianza que están acusando los medios de comunicación. Según el miembro del IPI, está teniendo “un impacto importante indirecto en la libertad de expresión porque no deja que los medios cumplan su deber en una sociedad democrática”. Esta falta de confianza, añadió, está cada vez más extendida y “ayuda a los líderes autoritarios” a ver a “los medios como enemigos”.

Libertad de expresión en Alemania e Italia

En este sentido, también intervino Martin Hoffmann, del Centro Europeo para la Libertad de Prensa y los Medios (ECPMF - Leipzig). Hoffmann alertó de que, desde 2014, han aumentado considerablemente los ataques contra los periodistas en Alemania por el fenómeno “la prensa miente”, relacionado con la falta de confianza en los medios de una parte de la ciudadanía, así como por el aumento de movimientos populistas, como Pegida en el país germano. Martin Hoffmann explicó que como consecuencia del éxito de este tipo de movimientos populistas, sobre todo de derechas, los periodistas “no son percibidos como neutrales y son vistos como enemigos”. Además, alertó del aumento del discurso del odio llevado a cabo a través de internet.

De la organización italiana Ossigeno participó en la mesa redonda Pietro Cecioni, que presentó el “Detector de la censura”, una iniciativa de la organización que le “ha permitido ver y constatar los casos de censura escondida” en Italia.

En Ossigeno reciben a diario denuncias de los propios periodistas sobre casos de violaciones de derechos, de violencia o de intimidación, según explicó sobre su funcionamiento Cecioni. Posteriormente, la organización realiza una investigación de los casos y los ordenan en una tabla. Como resultado de dichas investigaciones, Ossigeno  ha podido constatar que en Italia se produjeron 412 casos de censura y amenazas a periodistas en 2016. Asimismo, en los primeros meses de 2017 el detector ya ha cifrado los casos de censura en 73.

Cecioni ve necesaria la implementación de esta herramienta en otros países, como España, y animó a crear una red homogénea en toda Europa “para hacer ver que la censura existe, aunque esté escondida”.

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