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Ángel García Pintado

13/04/2020

21:47

Escrito por: APM

Fallecido el 7 de abril de 2020, a los 79 años. Asociado de Honor, ingresó en la Asociación de la Prensa de Madrid el 1 de junio de 1967 y su número de asociado era el 74.

Ángel García Pintado fue miembro de la Asociación de la Prensa de Madrid durante muchísimos años (Asociado de Honor desde 2017), pero permanecerá durante toda la vida en el corazón de los compañeros que tuvimos la suerte de ser sus amigos.

Fue un periodista todo terreno: reportero de calle, entrevistador, articulista, crítico, analista, columnista y editorialista. Tocó, con maestría y habilidad,  todas las teclas del piano del periodismo y en ninguna desentonó. Fue redactor del "ABC", columnista de "El País", director de la revista de humor "Hermano Lobo", redactor jefe del semanario político "Cuadernos para el Diálogo" y se jubiló como Jefe de la Sección de Cultura y Ciencia de la Agencia EFE.

García Pintado fue también un destacado dramaturgo, autor de unas treinta obras teatrales, que reflejan lo absurdo, lo misterioso y lo cómico del ser humano, entre las que destacan "El taxidermista", "La sangre del tiempo", estrenada en el "Centro Dramático Nacional" y galardonada, en 1980, con un Accesit del "Premio Lope de Vega", y "Ocio-celo-pasión del Jacinto Disipado", que recibió el "Premio Guipúzoa". Y un agudo y divertido novelista ("Allá va mi cuchillo" y "El cielo"), un profundo y sagaz ensayista ("El cadáver del padre. Artes de vanguardia y revolución") y un poeta exquisito, muy irónico y un poco ácido ("Crónica del abismo" y "Antología del Insomne").

A los pocos días de su fallecimiento, uno de sus mejores amigos, Andrés Rábago, "El Roto", publicaba una de sus populares e influyentes viñetas en la página editorial de "El País" , bajo el rótulo, dibujado a mano, de "Las palabras crean mundos", en la que se veía la cabeza de un hombre, cuyo cerebro era un mapamundi y de cuya boca salían varias reproducciones de dicho mapamundi. La viñeta estaba dedicada, también a mano, "A Ángel García Pintado".

El Roto, que conocía íntimamente a Ángel, supo exponer gráficamente el objetivo principal de su vida: crear mundos. Los creó con sus escritos en la prensa, con los propios medios en los que jugó un papel destacado, con sus comedias, con sus novelas, con sus ensayos, con sus poemas y, sobre todo, con su palabra. A Ángel, conferenciante nato, le encantaba hablar y exponer su clarividente e incisivo punto de vista particular sobre todo lo Divino y Humano. Y lo hacía con una voz rotunda y convincente y un remusguillo satírico y divertido, que finalizaba con una mirada mordaz y socarrona hacia sus interlocutores. Estoy convencido de que cuando vio llegar a la muerte, Ángel la recibió con esa sonrisa suya tan llena de sabiduría, tan festiva y tan sardónica. Con esa sonrisa permanecerá en la conciencia de los que le tratamos.

Víctor Olmos

13 de abril de 2020

3 Comentarios

Conocí a Ángel cuando ingresamos juntos en ABC, creo que el año 1962, en virtud de una oposición convocada por el periódico, que también aprobaron José María Padín Panizo, Federico Villagrán y Antonio Garrido Buendía. De los cinco sólo dos hicimos carrera en el periódico: Garrido y yo. Ángel lo abandonó pronto por discrepancias con su director, Torcuato Luca de Tena. Pero siempre guardaré de él un recuerdo imborrable por su calidad humana y profesional. Descanse en paz.

La última vez que visité a Ángel nos hicimos promesas de llevar bien nuestro colon. No estaba deprimido pese a que tenía que acudir a la medicación y a las visitas a La Paz. La confinación me impidió visitarle de nuevo a pesar de que entre su puerta y la mía ha escasos veinte metros. El coronavirus nos recluyó de manera dramática porque murió y en casa nadie notó nada. Me enteré por mi hija que vive en Zaragoza. Creo que lo conté y lo repito: Madrid es una ciudad en la que uno se puede morir sin que se entere el vecino. Fuimos compañeros en EFE y siempre le reconocí una categoría intelectual muy por encima de los beneplácitos que tuvo. Julián García Candau

Fui compañero de Ángel en la Agencia Efe y vecino en el Edificio Balmes de la Ciudad de los Periodistas. por ésta nos cruzábamos a veces, hablábamos y siempre estaba de buen humor y sonreía. Las últimas veces que nos vimos iba con su esposa y estaba ya muy fastidiado. Descanse en paz. Acompaño en el sentimiento a sus familiares.